A pesar de haber sido una de las grandes revoluciones de la cirugía en el último siglo que ha permitido salvar millones de vidas, la anestesiaes uno de los factores más temidos por aquellos que deben someterse a una operación quirúrgica. Pero, ¿de qué tenemos miedo cuando tememos a la anestesia?
Muy a menudo en nuestra consulta, los pacientes nos trasladan sus inquietudes respecto a la anestesia. En general, es un miedo a lo desconocido, a notar dolor durante la operación o incluso a no despertar tras la misma. La realidad nos dice que es mucho más seguro ponerse en manos de un cirujano especializado con un equipo y unas instalaciones médicas adecuadas, que el mismo camino a la clínica. De hecho, hay quien asegura que es 40 veces más probable quedarse “frito” por culpa de un rayo, que morir debido a complicaciones derivadas de la anestesia.
Y es que, si racionalizamos este miedo, nos daremos cuenta de que la anestesia induce un sueño profundo en el paciente, y aunque puede que no estemos familiarizados con ella o con los procesos quirúrgicos a los que nos sometemos, sin duda sí que dormimos todas las noches: sabemos lo que es descansar, quedar dormidos, perder la conciencia durante el sueño y despertar solos de forma natural. En definitiva, dormimos solos y nos despertamos solos todos los días de nuestra vida sin que ello nos produzca ningún tipo de ansiedad.
Pues bien, bajo los efectos de la anestesia, nos dormimos y nos despertamos, pero durante todas las fases de este “sueño” alguien nos vigila para asegurarse de que absolutamente todo vaya sobre ruedas: mientras dormimos, el anestesiólogo vigila nuestras constantes vitales, que el bombeo de la sangre sea el adecuado, que la recepción de oxígeno sea la óptima, y, en definitiva, que todo esté en orden hasta que estemos totalmente despiertos.
La cirugía moderna no sería posible sin la anestesia y los beneficios que ésta ha aportado a la ciencia son incalculables. Comparte todas tus inquietudes con el cirujano y disipa todas las dudas que aparezcan en tu cabeza. Y recuerda: mientras dormimos inconscientes en quirófano, hay unos ojos atentos y vigilantes para asegurarse en todo momento de que todo vaya bien.
Si todavía tienes dudas o preguntas, nuestro equipo tratará de responder a todas ellas.