Hoy nos ha sorprendido un artículo aparecido en el diario “El Punt Avui“.

Estas son las palabras de Rosa Maria Rubio Oliver:

Ahora hace tres años que la vida de mi hija adolescente y la de toda mi familia cambió de manera traumática. Durante una operación de codo aparentemente sencilla, practicada por el traumatólogo infantil David Moreno en la clínica Teknon, se le provocó una gravísima quemadura en el antebrazo que requirió varias operaciones para evitar la amputación. Finalmente, después de estos años de lucha, ignorados por la clínica y el equipo médico que causó las graves lesiones, mi hija no ha conseguido recuperar la funcionalidad del brazo.

Abandonada e incomprendida por el sistema judicial, también he constatado las consecuencias de enfrentarse a los intereses económicos de las corporaciones médicas y aseguradoras, sólo preocupadas por su cuenta de resultados.

En este arduo camino he tenido la suerte de conocer la otra cara de la moneda, a través del doctor Barret, que ejerce su profesión fiel al juramento hipocrático: “La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones.”

Fuente original: El Punt Avui

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