De orejas, las hay de muchas formas: más grandes, más pequeñas, puntiagudas, más y menos pegadas a la cabeza… y aunque todas cumplen su función es importante sentirse a gusto con ellas.

A menudo, los complejos físicos que aparecen a edades tempranas, pueden condicionar el que es uno de los períodos más felices de nuestras vidas: la niñez. Y no solo esto, los complejos que tenemos de pequeños pueden, además, condicionar nuestra autoestima y la forma en la que nos relacionamos con los demás ya de mayores.

Este mes el Dr. Joan Pere Barret ha publicado un nuevo artículo en el blog de la plataforma médica Saluspot. En esta ocasión damos respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes sobre la otoplastia infantil que los padres nos realizan con frecuencia. De este modo, queremos despejar dudas sobre qué es, qué tipo de anestesia se utiliza, a partir de qué edad puede realizarse y en qué momento; además, hablamos también de los riesgos, resultados y recidivas que pueden esperarse de esta intervención que permite a muchos niños dejar atrás un complejo físico derivado de unas orejas grandes o de “soplillo”.

En el artículo veréis que se trata de una intervención sencilla, que dura aproximadamente dos horas y que por lo general no requiere la hospitalización del paciente. Hablamos, además, de los tipos de anestesia que pueden utilizarse – general para los más pequeños, o local con sedación para los niños más mayores o adultos –, de los riesgos mínimos que, como en cualquier intervención quirúrgica, pueden aparecer, así como de los resultados que podemos esperar de esta intervención cuando nos ponemos en manos de un buen profesional.

Os pasamos el link esperando que resuelva vuestras dudas, y nos despedimos con el dicho que dice que tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos; si es así, ¡que escuchemos a gusto y sin complejos!

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