Parece que en verano todo el mundo tiene claro lo importante que es cuidar la piel: la hidratamos, la protegemos de los rayos del sol, la lavamos a menudo… pero en invierno todo esto parece caer en el cajón del olvido cuando en realidad deberíamos prestar especial atención a nuestra piel. Los cambios de temperatura, el frío, el viento y la calefacción influyen enormemente en el estado de nuestra piel debilitándola e incluso provocando sequedad, agrietamiento, rojeces o tirantez. Veamos cómo podemos ayudar y proteger nuestra piel en estos días helados con algunos consejos de cuidado básicos:
Aunque la mayor parte del cuerpo está cubierta en invierno, es importante acordarse de las zonas que no siempre tapamos: el rostro y las manos son zonas que tienden a estar expuestas incluso en invierno y se descaman o resecan fácilmente. Hidratarlas con cremas altamente nutrientes ayuda a mantener la humedad y a aportar suavidad. Además, aunque haga frío, el sol sigue brillando por lo que es recomendable utilizar una crema hidratante que cuente con un factor de protección solar 15 como mínimo.
Los labios y el contorno de los ojos son zonas que también necesitan cuidados específicos. Hidratarlos con los productos adecuados cada día ayudan a prevenir la sequedad. Es importante evitar humedecer los labios con saliva, que, aunque puede aliviar momentáneamente, lo único que produce es aún más sequedad y agrietamiento.
Atención con los baños demasiado calientes o muy largos al llegar a casa porque remueven la capa de protección natural de nuestra piel; es recomendable tomar baños rápidos con agua templada y con jabones que ayuden a restablecer la estructura química de la piel.
Y por último, no nos olvidemos del vestir! Si tenemos que exponernos a las bajas temperaturas, es importante hacerlo con prendas hechas con tejidos térmicos que faciliten la transpiración – un buen ejemplo son las prendas de algodón – y con prendas que no sean demasiado ceñidas – de lo contrario, pueden contribuir a descamar nuestra piel. Adecúa la hidratación y la vestimenta al frío y… ¡disfruta del invierno sin peligro!