La rinoplastia o cirugía de nariz, es la intervención quirúrgica en la que se corrige una deformidad nasal, ya sea de origen congénito, postraumático o estético. Es, a la vez, uno de los procedimientos estéticos más practicados por los cirujanos plásticos pero, como pasa con otras operaciones, no significa que cualquiera pueda conseguir los resultados esperados. Se necesita, igual que en cualquier cirugía, un buen profesional y, a la vez, tener claro que cada nariz y cada rostro tiene sus particularidades.
¿En qué consiste la rinoplastia?
Su objetivo es modelar la nariz para hacerla armónica con el resto de la cara, otorgándole la máxima naturalidad y equilibrio estético. En este sentido, los pacientes son tanto personas que quieren reducir el tamaño de su nariz como personas que quieren aumentarlo. Pero, como ya hemos comentado, la finalidad de la rinoplastia puede ser también arreglar una nariz que, ya sea por nacimiento o por un traumatismo, tenga reducida la capacidad de respiración. En este caso, durante la operación existe un doble objetivo: corregir el tabique nasal para una mejoría funcional y estética.
¿Puedo elegir la nariz que yo quiera?
Es importante que el paciente sea consciente de que su nariz original y su estructura facial tienen unas características que condicionan, en parte, el resultado de la operación. Y es muy importante, también, que el cirujano sea sincero con el paciente, informándole sobre cuáles son las opciones de remodelación. El objetivo es que la rinoplastia consiga la máxima naturalidad y equilibrio en el rostro.
“La finalidad de la cirugía de la nariz es conseguir la máxima naturalidad y equilibrio estético del rostro, así como una mejoría funcional de la respiración.”– Dr. Joan-Pere Barret
Al fin y al cabo, lo que queremos es una buena funcionalidad de la nariz, ¡pero también sentirnos bien al mirarnos en el espejo!
Acostumbrarse a un nuevo rostro
La rinoplastia o cirugía de nariz suele tener una duración de entre 2 y 3 horas. Se practica con una anestesia general, y requiere el ingreso del paciente durante una noche en la clínica. Se necesitarán, además, una o dos semanas de reposo antes de reincorporarse al trabajo. Tras este procedimiento, y sobretodo si se trata de una importante remodelación de la nariz, el paciente tendrá que acostumbrarse a su nueva apariencia. La nariz es, al fin y al cabo, el centro del rostro. Por este motivo, le damos también mucha importancia al equilibrio psicológico y emocional del paciente.
En resumen, hay que tener presente dos factores clave antes de una rinoplastia: las expectativas del paciente por un lado y la profesionalidad del cirujano que debe ser honesto con el paciente sobre las opciones reales de esas expectativas, pues un buen resultado en una rinoplastia es aquel que consigue la armonía estética en la estructura facial de cada paciente.